*Los siete primeros minutos después de un accidente en moto son clave.
*Los pasos a seguir son los siguientes: proteger, alertar y socorrer.
*Los primeros auxilios han de prestarse con conocimiento y serenidad.
Ir en moto es uno de los mayores placeres que se pueden disfrutar en carretera, siempre y cuando actuemos bajo la máxima de la prudencia y la seguridad. Un accidente sucede en cuestión de segundos, sin apenas dar tiempo para reaccionar.
Los siete minutos posteriores son críticos. Por ello, debemos actuar con rapidez y recordar que podemos salvar una vida, si prestamos los primeros auxilios con conocimiento y serenidad.
Si vemos inevitable la caída, es fundamental que tomemos conciencia de lo que va a suceder, echemos mano de todo nuestro aplomo y la “planifiquemos”. Como primer paso, debemos desviar la mirada de árboles, coches u objetos próximos que impliquen peligro y buscar el lugar más seguro para caer.
Lo más conveniente en estos casos es directamente soltar la moto. Así, evitaremos lesiones en las muñecas y el grave riesgo de quedar enganchados a la máquina y ser arrastrados.
Proteger, alertar, socorrer
En caso de accidente, lo más sencillo y útil es recurrir al llamado “Protocolo PAS”: Proteger, Alertar, Socorrer. Estas tres acciones resumen lo fundamental que debemos saber.
Proteger. Si nos hemos caído, debemos resguardarnos, hacernos un autodiagnóstico y tomarnos nuestro tiempo para levantarnos, asegurándonos de que no tenemos daños importantes.
Después, lo mejor es aparcar la moto en lugar seguro, ponernos el chaleco reflectante y señalizar la zona con el triángulo. Si no lo tuviéramos, podemos hacerlo con una lata u objeto visible. La clave ahora es mantener nuestra integridad y no provocar más accidentes.
Alertar. Una vez hayamos señalizado el área y estemos seguros de que ya no corremos peligro, debemos llamar al 112 o número de emergencia, facilitándoles la mayor información posible para agilizar nuestra localización.
Socorrer. Si es otra persona a quien tenemos que auxiliar, evitemos moverla y démosle contención. Lo principal es ayudar y no hacer daño. Si pensamos que las lesiones son graves, debemos volver a llamar a emergencias, explicando en detalle lo que vemos para que envíen la ambulancia mejor adaptada.
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¿Cómo ayudar a un herido?
La primera medida de auxilio ante un herido es comprobar su estado y medirle el pulso, evitando moverle. Nunca debemos, bajo ninguna circunstancia, quitarle el casco.
Si resulta imprescindible retirarlo de la vía, lo mejor es cogerlo por los brazos y los pies, el llamado “puente”. Para ello, necesitaremos a dos personas, pero es algo que debemos hacer solamente si es estrictamente necesario.
Como siguiente paso, debemos tapar al herido, aflojarle la ropa y ponerle una manta térmica o, en su defecto, una chaqueta o prenda similar. Si nos encontramos con una herida abierta, debemos intentar cubrirla con un trapo limpio o gasa estéril y agua oxigenada, que ayuda a higienizar.
Si se trata de un miembro roto, procuraremos inmovilizar la zona durante unos minutos con palos u objetos que cumplan esa función, hasta que llegue la ambulancia. Lo importante es, en todo momento, mantener la calma.
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