Utilizar la motocicleta o el scooter puede derivar en molestias y lesiones, desde sobrecargas musculares hasta cuadros clínicos que terminen con una intervención quirúrgica. Un buen equipamiento, mantenerse en forma y acudir a profesionales, como los fisioterapeutas, te ayudarán a prevenirlas o tratarlas de ser necesario.
Desde Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, te explicamos cómo prevenir las molestias y lesiones que provoca el uso de la motocicleta.
Ya sea por puro placer, para desplazarse al centro laboral o de estudios e incluso como práctica deportiva, montar en moto o scooter puede acabar pasándonos factura, si no se tienen en cuenta cuestiones tan relevantes como el equipamiento y la forma física.
Del primero, esencial para protegernos en caso de caída o accidente, ya nos hemos ocupado en otros artículos. Casco, chaqueta y pantalón con protecciones, guantes y botas han de ser considerados artículos de “primera necesidad”, independientemente de la época del año.
Así, por ejemplo, hay prendas específicas para combatir las elevadas temperaturas en los meses estivales. Y el dinero tampoco debe ser excusa para “blindarnos”. Gracias a establecimientos, como los denominados “outlet”, es posible equiparnos correctamente sin necesidad de realizar grandes desembolsos económicos.
Pero la vestimenta adecuada y el casco, aun siendo importantes, no lo son todo. De nuestra forma física y los hábitos que adoptemos, dependerá que evitemos o no posibles molestias o lesiones.
Como se acerca la época del año que registra más desplazamientos por carretera, vamos a centrarnos en qué debemos hacer llegado el momento de afrontar un largo recorrido en moto, aunque estas recomendaciones puedes ponerlas en práctica en cualquier estación.
Cuidados antes del viaje
A buen seguro, muchos de vosotros habéis visto cómo Valentino Rossi realiza ejercicios en los instantes previos a una carrera de MotoGP. Y, aunque emprender un viaje no es sinónimo de competir, previamente deberíamos movilizar las principales articulaciones del cuerpo: tobillos, rodillas, caderas, columna, hombros, codos y muñecas.
A continuación, podemos hacer ejercicios como sentadillas (agacharnos flexionando rodillas y levantarnos); “fondos de brazos” (apoyándonos en una pared o en la propia moto); subir y bajar de un escalón alto con una pierna; o bien, realizar movimientos de “tracción” (por ejemplo, “remo inclinado” con las maletas de la motocicleta). Todo esto llevará unos cinco minutos, pero te permitirá afrontar la ruta “en forma”. Merece la pena.
Estiramientos durante la ruta
Una vez en carretera, es recomendable hacer un alto en el camino cada una o dos horas en función del tipo de moto que utilicemos. No es lo mismo la postura que se adopta en una deportiva, que en una “touring”.
En esas paradas, se ha de dar un pequeño paseo para desentumecerse y estirar de forma mantenida y suave, unos diez segundos, los músculos que notemos más tensos, como cuádriceps, isquiotibiales, lumbares, pectorales, del cuello, antebrazos y manos. Consejos igualmente válidos para el acompañante.
Recuperación en el destino
Y, una vez llegados al destino, conviene, de nuevo, dar un paseo y realizar estiramientos estáticos de los músculos mencionados. En este caso, los movimientos y transiciones han de realizarse más lentamente, con el fin de lograr los efectos de relajación y distensión deseados. Para recuperarnos completamente, es interesante recibir una sesión de masaje o fisioterapia o acudir a un spa con hidroterapia.
Si a todas estas recomendaciones, sumamos, como indicamos al principio, un buen equipamiento y complementos como férulas de descarga (para prevenir el desgaste de las piezas dentales al apretar en exceso la mandíbula), muñequeras, fajas lumbares o asientos de gel, estaremos tomando una serie de medidas que contribuirán a minimizar las posibles consecuencias que conlleva montar en moto o scooter.
Toma nota para prevenir lesiones
A modo de conclusión, la prevención de lesiones en el colectivo de los motoristas comienza por la adopción de un correcto equipamiento, por ejemplo, no es lo mismo utilizar unas “bambas”, que unas botas de caña corta que protegen hasta la zona del tobillo. Luego, no menos importante, debemos cuidar nuestra forma física.
Hay centros para todos los gustos y bolsillos, así como entrenadores personales dispuestos a asesorarte y recomendarte ejercicios específicos que te vendrán “al pelo” para evitar molestias y posibles secuelas a los mandos de tu “compañera” de aventuras. Y, por último, es muy recomendable ponerse en manos de especialistas, caso de los fisioterapeutas, ya que te ayudarán a “reparar” tus “averías” corporales.
También te puede interesar: