Sin duda, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está muy arraigada en las entidades aseguradoras. Pero, ¿también es así en la mediación? ¿Qué opinan los mediadores de la RSC? ¿Llevan a cabo iniciativas en dicha materia? Profesionales del sector consultados por Senassur dan respuesta a estas preguntas a través del presente post.
Para conocer los orígenes de lo que se conoce como Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Empresarial (RSE) es preciso remontarse a finales de la década de los años 50 y principios de los 60 del siglo XX. Por aquel entonces, la sociedad empezó a demandar una mayor responsabilidad de las empresas en el entorno social que, con el transcurrir del tiempo, se fue extendido a campos como el laboral, el medioambiental o el de los derechos humanos.
Por lo que respecta a España, la RSC inició su andadura en la década de los años 90 gracias a Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, encargada de introducir en nuestro país el concepto de “inversión social responsable”. Desde entonces, han sido muchas las empresas que han desarrollado políticas de RSC que incluyen un sinfín de iniciativas, desde las destinadas al mecenazgo cultural hasta las relativas al medio ambiente.
Industria aseguradora: un sector comprometido
Y la industria aseguradora no es una excepción. Más bien, todo lo contrario a tenor de los datos reflejados en el estudio “Índices de Personal de las Entidades Aseguradoras”, elaborado por ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones), correspondiente al ejercicio de 2016. Así, según dicho informe:
- El 87,04% de las entidades y grupos del sector asegurador disponía de un código ético o de conducta en 2016.
- Y en el 70,37% de las entidades y grupos del sector asegurador existía una política de RSC.
Además, dando cumplimiento al Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se aprobó el texto refundido de la “Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social”, el 87,72% de las entidades y grupos contaba el año pasado con empleados discapacitados, quienes representaban el 1,40% de las plantillas de trabajadores del sector.
Y en un porcentaje similar, el 88,72% de las entidades y grupos cumplió con la conocida como LISMI (Ley de Integración Social del Minusválido) a través de la integración de empleados discapacitados en su plantilla, contrataciones mercantiles o donaciones y acciones de patrocinio.
Por último, cabe destacar que las entidades y grupos del sector asegurador español se implicaron en materia de igualdad a través de unos planes que, entre otros, contemplaban los siguientes contenidos:
- Medidas de conciliación de la vida laboral y familiar (en el 71,93% de entidades y grupos).
- Flexibilidad horaria (68,42%).
- Protocolo de prevención del acoso moral o sexual (64,91%).
- Políticas activas de promoción (59,65%).
- Políticas activas de contratación (54,39%).
- Medidas de sensibilización y formación (38,60%).
Aseguradoras y mediadores, mundos diferentes
A tenor de lo expuesto, queda claro, pues, que la industria aseguradora le concede una gran importancia a la RSC. Al respecto, Mónica Pons, Presidenta de Aunna Asociación, tiene claro que “las instituciones del sector asegurador llevan más de una década impulsando la RSC, poniendo en marcha grupos de trabajo y códigos de conducta, suscribiendo acuerdos internacionales, utilizando indicadores sectoriales, etc. Por lo tanto, si nos atenemos a dichas premisas y al trabajo que se está realizando, la importancia que se le ha concedido a la RSC parece bastante evidente”.
Sin embargo, Pons recuerda que dicha evidencia no es tal al hablar de corredores y corredurías de seguros. “Las acciones que desarrollan las grandes empresas, las multinacionales o los brókeres del seguro trascienden y se reflejan en los medios de comunicación, las memorias o los informes de RSC. Por el contrario, otras muchas actividades quedan en el ámbito privado, sobre todo en el caso de las pymes. Y esto sucede, en parte, porque carecen de recursos, por falta de tiempo, debido a que son acciones aisladas y no planificadas o por el desconocimiento de que las mismas se enmarcan en la RSC”, razona la presidenta de Aunna Asociación.
Quien también hace una distinción entre compañías aseguradoras y mediación es Juan Carlos Echevarría. Así, el presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Bizkaia declara que “la RSC es un compromiso adquirido por las entidades aseguradoras, la parte más relevante del sector en cuanto a capacidad económica y organización. Y en el caso de la mediación sucede algo parecido: las sociedades más importantes también han puesto en marcha iniciativas de RSC. Pero en los mediadores medianos y pequeños, prácticamente no hay un compromiso propio definido y, en su mayoría, se limitan a apoyar los proyectos existentes”.
Y en sintonía con Echevarría, Jorge Azcárraga, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Álava, opina que “en la mediación le estamos dando poca o muy poca relevancia a la RSC por mentalidad, poco retorno, costes, esfuerzo social… Se ha generalizado la creencia de que la RSC sólo tiene repercusión para grandes empresas. Desde la perspectiva de la mediación, es necesario un gran esfuerzo para comunicar qué iniciativas de RSC se llevan a cabo para que el cliente las vincule a la imagen de marca y se sienta partícipe. En relación a la RSC, todo compromiso es poco. Pero, insisto: se debe tener muy claro dónde participar y comunicarlo”.
Iniciativas de RSC en la mediación
A tenor de lo expuesto, podría interpretarse que la RSC es poco menos que testimonial en el mundo de la mediación. Indudablemente, queda camino por recorrer en dicha materia. Pero desde las asociaciones y los colegios vienen impulsándose iniciativas o actividades que invitan a ser optimistas.
Por parte de Aunna Asociación, Mónica Pons esclarece que, en abril de 2016, dicha entidad se inscribió en el Registro de Grupos de Interés de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). “Lo hicimos con la intención de reflejar, de forma transparente, las actividades que desarrollamos dirigidas a garantizar la libre competencia en el mercado de la distribución aseguradora, eliminar prácticas restrictivas e incrementar la profesionalidad de los mediadores. El registro incluye la adhesión a un código ético de obligado cumplimiento que se aplica a todos los empleados, directivos y miembros de los órganos de administración de las entidades que dependen o colaboran con nuestra asociación”, precisa.
En una línea similar, los colegios de mediadores de seguros de Álava y Bizkaia han incorporado a todos sus acuerdos un código de buenas prácticas y conducta profesional, para colaboradores y proveedores de las entidades aseguradoras y de los citados colegios, que contempla principios como el respeto a los derechos humanos o las buenas prácticas ambientales.
“Consideramos que es un primer paso importante y en el futuro, dependiendo de nuestros medios, esperamos poder hacer mayores esfuerzos que tengan una repercusión directa en la sociedad. Además, realizamos una aportación del 0,7% de nuestros beneficios a Cáritas para contribuir a que las personas más desfavorecidas puedan disfrutar de una vida digna”, detalla Juan Carlos Echevarría.
Continuando con acciones concretas, Mónica Herrera, Presidenta del Colegio de Mediadores de Seguros de Valencia, observa que la entidad que representa ha colaborado con distintas ONG, “fundamentalmente coincidiendo con la celebración de los actos de la Fiesta de la Patrona del Seguro”, mientras que Moisés Núñez de Bien, presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Málaga, considera que los más débiles son siempre los niños. Al respecto, “nuestro objetivo, desde hace tiempo, ha sido colaborar con Cruz Roja Española en la campaña de Navidad recogiendo juguetes entre los colegiados y las aseguradoras colaboradoras. Y actualmente estamos estudiando la posibilidad de impulsar iniciativas relacionadas con personas afectadas por enfermedades que se encuentran en estudio”, avanza.
Y por lo que respecta al Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid, su presidenta, Elena Jiménez de Andrade, señala al blog de Senassur que desde dicha institución “se intenta dar la formación adecuada para que un mediador sea consciente de su relación con el entorno físico-social en el que opera y de que las organizaciones están compuestas por personas. En este sentido, la RSC supone que estas últimas mejoren a todos los niveles gracias a la relación con su empresa”.
Los empleados, base de la RSC
Y al preguntarle si está de acuerdo con los expertos que sostienen que, bien entendida, la RSC ha de comenzar por los propios empleados de una organización, Mónica Pons no tiene ninguna duda. “Una organización socialmente responsable lo debería ser en su relación con todos sus grupos de interés: empleados, clientes, proveedores, etc. Pero, efectivamente, las buenas prácticas de RSC han de empezar por el propio equipo humano. Independientemente de ello, el objetivo de todo empresario es que sus empleados se sientan reconocidos y valorados, motivados con su trabajo, felices y comprometidos”, subraya la presidenta de Aunna Asociación.
En representación del Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros, José Antonio Rivas Echezarreta, vocal de RSC de la citada corporación, suscribe las palabras de Pons, ya que “el ejercicio de la RSC debe comenzar desde la propia institución implicando a sus dirigentes y empleados”.
Dentro de la misma entidad, su presidenta –y, a su vez, del Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid–, Elena Jiménez de Andrade, indica que es vital implicar a toda la plantilla de trabajadores. “De esta forma, se sentirán motivados y partícipes de las buenas acciones llevadas a cabo por la organización. Sin olvidar los derechos humanos, con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral y el desarrollo personal y profesional de los trabajadores, procurando su continuidad en la empresa y, si es posible, logrando un crecimiento razonable”.
En la misma línea, Mónica Herrera coincide en que la RSC comienza por los propios empleados. “Y más en el caso de los mediadores, que tenemos en la atención personalizada una de nuestras máximas. El respeto a las personas y el deseo de mejorar nuestro entorno es intrínseco a la actividad de los mediadores, algo que coincide con lo que deben ser los objetivos de la RSC”, resalta la presidenta del Colegio de Mediadores de Seguros de Valencia.
Por último, Jorge Azcárraga, Presidente del Colegio de Mediadores de Seguros de Álava, es de la opinión que “la RSC debe estar en el ADN de las empresas, que han de invitar a los empleados a colaborar, participar y proponer iniciativas relacionadas con ella”.
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