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En dos ruedas, ellas se preocupan más que ellos por la seguridad.
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La mujer en moto se siente más feliz, según un estudio.
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Se estima que uno de cada cuatro motoristas es mujer hoy en día.
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El equipamiento femenino para moto ya es toda una industria.
La mujer en moto ha existido siempre, pero se trataba de casos aislados y su número era muy poco significativo. Aún en los años 90, conducir una moto era terreno casi exclusivo de los hombres. Muy pocas se atrevían, y las que lo hacían preferían la seguridad de ir de “paquete” en el asiento de atrás a conducir el vehículo.
Las cosas han cambiado mucho ya. Afortunadamente, las mujeres se han incorporado masivamente al mundo de la moto y podemos afirmar que en la actualidad uno de cada cuatro motoristas es mujer. Bien sea por pasión o por comodidad, bien por deporte o por placer, es un hecho que las mujeres elijen cada vez más la moto como medio de transporte.
Solo en Estados Unidos, país motero por excelencia, el número de mujeres en moto aumentó casi un 30 por ciento en cinco años. En Francia, representan un 20 por ciento del total, con cifras claramente en crecimiento.
Ya son miles las mujeres que se han atrevido a dar el paso de montarse a la moto, paso que dicen no tiene marcha atrás. Sin embargo, hay muchísimas más que quisieran hacerlo y no terminan de decidirse.
Los motivos son, en su mayoría, excusas o barreras de lo más variopintas: desde la inseguridad a la falta de confianza, pasando por el miedo a lo desconocido o los problemas económicos, que también influyen.
Sensación de libertad, autoconfianza y control
Es interesante constatar que la actitud de una mujer en moto es diferente a la de un hombre, como lo es también en muchos otros campos. Está comprobado que ellas se preocupan más por la seguridad, la estética y la comodidad que por la potencia y equipamiento técnico del vehículo, aspecto prioritario para ellos.
Para una mujer, la moto es una expresión de sí misma; un símbolo de libertad, autoconfianza y control. Un estudio realizado por Harley-Davidson en Estados Unidos, entre 1.013 mujeres motoristas y 1.016 que no lo eran, demostró que el 35 por ciento de las mujeres que conducen una moto tienen más confianza y seguridad en sí mismas, frente al 18 por ciento que no lo hacen.
Tres cuartas partes de las participantes en esta investigación afirmaron con rotundidad que sus vidas habían mejorado significativamente desde que habían decidido subirse a una moto. Resultados que corroboran numerosos estudios sobre el tema.
Ropa de moto adptada para ella
Conviene dedicar unas líneas al equipamiento y a las preferencias de hombres y mujeres que suelen también diferir. Además de la imprescindible seguridad y comodidad, ellas quieren que el equipo se adapte a su cuerpo y las favorezca, que no solo les “quede bien”. Necesitan sentirse cómodas y protegidas cuando están encima de la moto y, atractivas cuando ponen pie a tierra.
Hasta hace poco una mujer en moto estaba obligada a utilizar pesados cascos e introducirse en monos de cuero diseñados para hombres, piezas imposibles para su fisonomía. Hoy en día, las principales marcas de ropa deportiva han tomado nota de esta demanda y suelen disponer de una versión femenina para la mayoría de sus diseños, habiéndose creado casi una industria paralela en este campo.