Las motos eléctricas se han posicionado como la punta de lanza de la movilidad eléctrica. La matriculación de estos vehículos en España se duplicó en 2011, hasta alcanzar el millar. Una cifra más que significativa si se tienen en cuenta el azote la crisis y los inconvenientes que comúnmente se han atribuido a este tipo de vehículos: autonomía, precios, puntos de recarga o seguro.
El compromiso político para desarrollar el parque de vehículos eléctricos así como el de los fabricantes y aseguradoras comienzan a dar sus frutos. Sólo el Plan Movele, puesto en marcha por el Ministerio de Industria en 2010, ha permitido introducir 2.000 vehículos eléctricos en España e instalar en ciudades como Madrid hasta 500 puntos de recarga. La previsión de los fabricantes es que hacia 2020 circulen en España unas 10.000 motos eléctricas. Datos que avala el ritmo de matriculaciones de 2011. Otros, como el Real Automóvil Club de Cataluña cifran en 21.000 las motos eléctricas que circularán sólo por Barcelona dentro de una década (hoy ya son más de 300).
La principal barrera de entrada, además de los puntos de recarga, para muchos motoristas es el precio de estos vehículos. Pero frente a los que piensan que las motos eléctricas todavía tienen un largo camino que recorrer, lo cierto es que existe un abanico de ofertas y subvenciones que las convierten en una opción de presente. Recientemente, el Ministerio de Industria amplió hasta noviembre de 2012 el plazo para solicitar las subvenciones a la compra de vehículos eléctricos. En el caso de las motos (siempre que cuenten con una velocidad máxima de construcción superior a los 45 km/h), la subvención cubre el 25% del precio de venta del vehículo completo, incluidas las baterías, siempre que no se superen las siguientes cuantías: 2.000 euros para las motos con una autonomía eléctrica no superior a 40 km; 4.000 euros para las motos con una autonomía de entre 40 km y 90 km; y 6.000 euros para las motos con un autonomía superior a los 90 km. Subvenciones que se pueden solicitar en los propios puntos de venta adheridos al programa de ayudas.
El lanzamiento al mercado de nuevos modelos de motos eléctricas ha reducido el gap tradicional de precio frente a las motos convencionales. No obstante, los fabricantes alegan que el ahorro de carburante permite a medio plazo amortizar el mayor coste inicial.
En cuanto a los seguros, como cualquier otro vehículo, las motos eléctricas tienen que tener un seguro de responsabilidad civil, que cubra los daños materiales y físicos en caso de un accidente en el que esté involucrado el propietario. También como en otros vehículos el conductor puede decidir asegurar a todo riesgo; cubrirse ante los robos o incendios; contratar una asistencia en viaje o una modalidad que cubra el accidente (fallecimiento, invalidez, asistencia).