Los accidentes viales son el primer factor de mortalidad en el ámbito laboral y suponen un coste económico anual de 2.000 millones de euros. A pesar de ello, las políticas de seguridad vial no son prioritarias para muchas empresas.
Los accidentes viales representan entre un 11% y un 12% del total de siniestros laborales ocurridos en España y son el primer factor de mortalidad –en 2018, causaron la muerte a 249 personas–. Además, en nuestro país se producen en torno a 600.000 accidentes laborales con baja al año, de los que casi 70.000 corresponden a accidentes viales. Estas son algunas de las conclusiones del estudio La seguridad vial laboral en España, elaborado por el RACE a partir de fuentes oficiales y las encuestas realizadas a responsables de Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
Un estudio que, entre otros datos de interés, pone de manifiesto que los automóviles están implicados en más de la mitad de los accidentes viales laborales (51%), situándose a continuación las motocicletas (24%) y, en menor porcentaje, las furgonetas y los camiones (5%) y las bicicletas y los patinetes (2%). En cuanto al tipo de desplazamiento, el 70% de los accidentes viales se produce in itinere (es decir, al ir o volver al centro de trabajo) y el 30% en misión (durante la jornada laboral).
Siniestros que, no debe olvidarse, tienen un coste económico en concepto de asistencia médica, rehabilitación, servicios jurídicos y de emergencia, daños materiales y pérdidas de producción. Al respecto, a tenor de las cifras que maneja el Observatorio Europeo de Seguridad Vial, el coste medio es de unos 2.000 millones de euros al año, de los cuales más de 100 millones corren a cargo de la Seguridad Social.
¿Qué opinan las empresas y los trabajadores?
A pesar de tan alarmantes cifras, dos de cada tres empresas consideran que la seguridad vial de los trabajadores ha mejorado en los últimos años, cuando los datos reflejan todo lo contrario. Y mientras el 60% de los empleados recibe formación relativa a situaciones de incendio y evacuaciones, sólo el 27% es instruido en materia de seguridad vial. Porcentajes que demuestran un desajuste formativo, ya que cada año se contabilizan algo más de 4.000 accidentes laborales por incendio, cifra muy inferior a los casi 70.000 accidentes viales laborales.
En cuanto a la responsabilidad de los siniestros, la cúpula empresarial suele considerar que es de los propios trabajadores, de manera especial en los accidentes in itinere. Por su parte, los empleados por cuenta ajena creen que la dirección de las empresas es responsable de la implementación de mejoras tanto en sus condiciones como en sus vehículos. Y los autónomos entonan el mea culpa al afirmar que ellos mismos o el estado de sus vehículos son causantes de los siniestros.
¿Qué factores causan los accidentes viales laborales?
En relación a este último apunte, para la elaboración del estudio se ha preguntado a los trabajadores y los responsables de PRL cuáles son las principales causas de la siniestralidad vial laboral. Por orden de importancia, en primer lugar se sitúan las prisas, seguidas del cansancio y de las distracciones como el uso del móvil. Sobre estas últimas, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerdan que originan más del 30% de los accidentes de circulación registrados en nuestro país.
Las políticas de seguridad vial laboral, esenciales
Al estar estrechamente vinculada al aseguramiento de vehículos y comprometida con la seguridad vial, Senassur se ha ocupado de la prevención de accidentes de tráfico en algunas de sus jornadas de formación. Y lo ha hecho a través de expertos como Agustín Galdón, director de Tráfico y Tránsito, quien aboga por una mayor cultura de seguridad vial en las organizaciones:
“A pesar de que muchas bajas de trabajadores son fruto de los accidentes de tráfico, la seguridad vial aún no forma parte de las prioridades de prevención de las empresas. En muchos casos, el interés se produce como consecuencia de un siniestro o al realizarse una auditoría que muestra deficiencias en dicha materia. Por ello, es necesario que en las empresas haya un liderazgo claro que articule las acciones formativas, de concienciación y de comunicación que sean necesarias”.
“En este sentido, conviene recordar que, en marzo de 2011, los ministerios de Interior y de Trabajo e Inmigración firmaron un acuerdo de colaboración para prevenir los accidentes viales laborales. Así pues, este debería ser un aspecto importante a considerar por parte de los responsables de PRL. Pero es necesario que se pase de la intención a la acción, de promover actuaciones a garantizar su implementación”.
¿Qué medidas debe poner en práctica una empresa?
Para el experto, es de crucial importancia que las políticas de seguridad vial marquen unas pautas claras y concretas que dejen claro a los gestores qué se debe hacer y cómo materializarlo:
“Muchas empresas realizan acciones puntuales que no están del todo coordinadas con el resto de departamentos. Y también hay casos en los que no queda claro quién se debe encargar de mejorar la seguridad en los desplazamientos. Por dicho motivo, es importante establecer un plan de seguridad vial gestionado por una comisión encargada de darle un seguimiento y capaz de articular y coordinar todas las medidas que se lleven a cabo. Por supuesto, es necesario que los líderes de la acción cuenten con una formación adecuada y los recursos que faciliten implementar el plan”.
“En el caso de Tráfico y Tránsito, ayudamos a que se materialice el plan de seguridad vial a través de cursos presenciales y ‘online’ para prevenir los accidentes ‘in itinere’ y en misión. Y también existe una oferta específica para los colectivos que requieran una mayor formación en técnicas de conducción”.
“Y otro aspecto importante que deben tener en cuenta las empresas, en el que también estamos trabajando, es el de sus propios entornos o viales, mal diseñados, con un mantenimiento inadecuado o con una señalización deficiente. Si esta última no es clara o genera confusión, los conductores no la respetan y entonces se crea una falsa sensación de impunidad que afecta al resto de usuarios de las instalaciones”.
Aprender jugando, mucho más divertido
Y pensando en quienes creen que la seguridad vial puede llegar a ser aburrida, en Tráfico y Tránsito han desarrollado su particular escape room. Se trata de un juego en el que un equipo formado por varias personas debe resolver un enigma a través de diferentes pruebas. Según explica Agustín Galdón:
“Los participantes han de descubrir qué ha sucedido en un misterioso accidente de tráfico, afortunadamente sin víctimas. Para ello, los integrantes del equipo tendrán que aplicar sus conocimientos de seguridad vial y, al mismo tiempo, darse cuenta de otras situaciones cotidianas que influyen en los siniestros de tráfico y a los que no solemos prestar atención”.
“Quienes toman parte en el ‘escape room’ trabajan desde la seguridad pasiva y activa del vehículo hasta las distracciones, pasando por algún que otro pequeño cálculo matemático de fácil resolución. La aceptación es muy buena y existe cierta competitividad, lo que hace que se asimilen mejor los conceptos”.
La seguridad vial se trabaja día a día
En definitiva, todo parece indicar que la seguridad vial continúa siendo una asignatura pendiente para las empresas, que deben poner en marcha planes e iniciativas que contribuyan al descenso de los accidentes viales laborales. Asimismo, los trabajadores han de implicarse en dicho objetivo mediante la concienciación, el mantenimiento de sus vehículos y una mayor formación.
Si a lo expuesto se suman las medidas que puedan aportar las administraciones públicas en materia de inspección, inversión en infraestructuras o campañas de sensibilización, las cifras de siniestralidad, y el coste económico que conllevan, podrían reducirse. En cualquier caso, concluye Agustín Galdón:
“Conviene dejar claro que la seguridad vial se trabaja día a día. Y desde el punto de vista empresarial, es preciso darle continuidad y soporte a la formación que reciban los trabajadores”.
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