Entre las rutas históricas que atraviesan nuestro país se encuentra la conocida como Vía de la Plata. La realizamos en moto por carreteras castellano-leonesas desde Puerto de Béjar hasta Astorga, pasando por localidades como Salamanca y Zamora, caracterizadas por su rico patrimonio cultural, o la motera Benavente.
Desde Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, recomendamos rutas y viajes en moto para “devoradores” de kilómetros. En esta ocasión, recorremos la histórica Vía de la Plata por carreteras castellano-leonesas.
Como hemos comentado en otros artículos del presente blog, no es necesario desplazarse al fin del mundo para disfrutar del placer que supone hacer viajes en moto. En España son muchas las rutas que invitan a descubrir nuestro patrimonio. Hoy proponemos una salida para recorrer la Vía de la Plata, una de las más populares e históricas, ya que en su día fue una calzada romana que comunicaba Mérida (Badajoz) y Astorga (León).
Ruta jacobea, el actual itinerario del Camino de la Vía de la Plata nace en Sevilla y, tras proseguir por tierras de Andalucía y Extremadura (Zafra, Mérida, Cáceres…), se adentra en tierras de Castilla y León por el municipio salmantino de Puerto de Béjar.
Rumbo a La Calzada de Béjar
Como si fuésemos peregrinos, sugerimos partir desde Puerto de Béjar, punto de partida de una ruta que, a través de dos jornadas, nos permitirá realizar algo más de 300 kilómetros por las provincias castellano-leonesas de Salamanca, Zamora y León.
Desde Puerto de Béjar, municipio caracterizado por su arquitectura popular, elegimos un itinerario alternativo para llegar a nuestra primera parada: La Calzada de Béjar. Para ello, tomamos la N-630 en dirección a Peñacaballera, primero, y Montemayor del Río, después, población que conduce a La Calzada de Béjar por las carreteras DSA-282 y DSA-281. En total, se han de recorrer 19 kilómetros, de los cuales en torno a 7,5 pertenecen a tramos de curvas peligrosas. El paisaje de esta zona es montañoso y alterna prados y montes en un marco de gran belleza.
Hacia Salamanca, Patrimonio de la Humanidad
Saliendo de La Calzada de Béjar por la DSA-280, continuamos hacia el norte pasando por Valdefuentes de Sangusín antes de llegar a Valdelacasa, localidad con viviendas de excelente construcción y un entorno que, si bien conserva bastante arbolado, es menos frondoso.
Casi desde Valdelacasa puede sentirse el aroma que desprenden los afamados jamones y embutidos de Guijuelo, población a la que se llega en unos 15 minutos por la carretera SA-214. Una vez en la localidad, es muy aconsejable adquirir los productos gastronómicos de la zona y visitar el Museo de la Industria Chacinera, un espacio moderno y dinámico que permite conocer las técnicas de transformación y conservación de las exquisiteces derivadas del cerdo ibérico.
A continuación, en paralelo a la autovía A-66, la ruta prosigue por la DSA-206, carretera que conduce a Morille previo paso por Pedrosillo de los Aires. En total, 31 kilómetros para llegar a un municipio desde cuyos cordeles y cañadas se aciertan a ver los edificios más altos de Salamanca, a la que se llega por las carreteras DSA-207, DSA-204, DSA-210 y, por último, CL-512.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, entre los principales reclamos de la capital charra se encuentran su Plaza Mayor (siglo XVIII) –una de las más bellas de nuestro país y reconocida Bien de Interés Cultural–, la Casa de las Conchas, las catedrales nueva (gótica) y vieja (románica), la universidad, etc. Sin duda, una de las ciudades más bellas de España.
Entramos en Tierra del Vino
Tras reponer fuerzas en Salamanca, la autovía A-66 posibilita llegar cómodamente a Calzada de Valdunciel, que, como indica la primera parte de su nombre, está muy vinculada a la Vía de la Plata. En dicha localidad se puede visitar la iglesia de Santa Elena y el Centro de Interpretación de los Caminos Históricos.
De nuevo en la A-66, seguidamente se ha de tomar el desvío de la N-630 para realizar una parada en El Cubo de Tierra del Vino, primer municipio zamorano que atraviesa la Vía de la Plata y que, tal y como revela su apellido, posee numerosas bodegas que recuerdan su pasado vinícola.
Para concluir la jornada, la N-630 prosigue por Villanueva de Campeán, Casaseca de Campeán y El Perdigón, cuyas bodegas, excavadas laboriosamente bajo la tierra, a una profundidad de entre seis y siete metros, otorgan a la localidad una bien merecida fama. El Perdigón cuenta con hoteles rurales y restaurantes donde degustar las viandas y caldos de la gastronomía castellano-leonesa. Después de casi 160 kilómetros sobre la moto, toca descansar.
Zamora: la ciudad del románico
Deshaciendo el camino y volviendo a la N-630, 15 kilómetros separan El Perdigón de la amurallada Zamora. Conjunto Histórico-Artístico, su casco antiguo es todo un referente del arte románico y entre sus monumentos destacan la catedral de la Transfiguración, las iglesias de Santiago de los Caballeros, Santa María la Nueva y Santa María de la Horta, la Casa del Cid, el castillo, con magníficas vistas sobre la vega…
Benavente: cruce de caminos
Desde Zamora ponemos nuestro punto de mira en Benavente, siguiente núcleo de importancia de la segunda jornada de la Ruta de la Vía de la Plata. Para llegar al destino, hemos de realizar un recorrido de 71 kilómetros por la N-630 que invita a detenerse en algunas poblaciones, caso de Montamarta. Situado a la orilla del embalse del río Esla y también conocido como “el pueblo de las cigüeñas”, se trata de un municipio tranquilo, rodeado de naturaleza y con una gastronomía tradicional basada en alimentos artesanos.
Más al norte se encuentra Granja de Moreruela, localidad en la que puede visitarse la cabecera de lo que en su día fuese un destacado monasterio cisterciense. De esta villa parte el tramo de la Vía de la Plata conocido como el Camino Mozárabe-Sanabrés, que permite adentrarse en Galicia a través de tierras orensanas.
Y antes de abandonar la carretera N-630, nos sorprende Barcial del Barco, cuyas tierras de regadío lo convierten en un oasis antes de llegar a Benavente, a la que se llega por la autovía A-6. Gracias a su estratégico enclave geográfico, la ciudad se ha convertido en un eje de comunicación entre Castilla y León y las vecinas comunidades de Galicia y Asturias. Junto a su castillo, merece la pena visitar las iglesias de Santa María de Azogue y San Juan del Mercado, el hospital de la Piedad y la Casa del Cervato, sede del ayuntamiento.
La Bañeza y Astorga
Continuando por la A-6, en poco más de media hora entramos en La Bañeza, ya en la provincia de León. Si se visita en verano, los aficionados al motociclismo disfrutarán con el tradicional GP de Velocidad que organiza el Moto Club Bañezano. Con una destacada relevancia desde el siglo XVI, el municipio cuenta entre su patrimonio con la iglesia de Santa María o el monasterio del Salvador y entre sus productos hortícolas sobresalen sus célebres alubias.
La Ruta de la Vía de la Plata por las carreteras de Castilla y León concluye en Astorga, a la que se llega por la A-6 en 25 minutos. Su conjunto histórico está declarado Bien de Interés Cultural y en él sobresalen la catedral (siglos XV-XVIII), el palacio episcopal –obra del reconocido arquitecto catalán Antoni Gaudí, la muralla romana, etc.
Después de completar unos 310 kilómetros durante dos jornadas, nuestro recorrido por la Ruta de la Vía de la Plata castellano-leonesa toca a su fin. Llegados a este punto, quienes realicen el itinerario, y dispongan de más días para seguir disfrutando de su viaje en moto, pueden incorporarse al Camino Francés y concluir el viaje en Santiago de Compostela. En cualquier caso, precaución y ¡buenas curvas!
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Muy interesante para montarse una escapada. Poner más de otras zonas para sacar ideas… Ánimo!!!
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