Asistencia en viaje: tu “ángel de la guarda”

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Para quienes les gusta “devorar” kilómetros con su moto, contratar un seguro que incluya asistencia en viaje es vital. Senassur pone a disposición de los clientes de corredurías colaboradoras dicha cobertura a través de dos modalidades que contemplan, entre otros, el traslado de la motocicleta desde el kilómetro 0, en un radio de 300 kilómetros.

asistencia en viaje (fotolia)

En Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, fomentamos los viajes en moto a través de la sección Rutas en moto. Pero realizar cualquier de ellas conlleva tener en cuenta una serie de recomendaciones y, por supuesto, contar con una póliza de seguro que incluya la cobertura de asistencia en viaje.

Según la “Memoria social del seguro”, que elabora anualmente la patronal Unespa, correspondiente a 2014 –a la hora de redactar la presente información no se había dado a conocer el documento relativo a 2015–, los seguros relacionados con los vehículos a motor son los que obtienen un mayor porcentaje de penetración en los hogares españoles.

Y dentro de este tipo de pólizas, la asistencia en viaje se ha convertido en el “siniestro” más común entre las motocicletas. En concreto, en España se gestionan más de 90.000 partes al año por dicho concepto, cifra muy superior a los cerca de 40.000 trámites que se llevan a cabo por daños materiales y corporales. Sin duda, a tenor de los datos facilitados por Unespa, llegado el momento de suscribir un seguro conviene contratarlo con cobertura de asistencia en viaje.

 

Asistencia en viaje básica y Premium

En su artículo 1, la “Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor” especifica que “el conductor de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de estos, de los daños causados a las personas o los bienes con motivo de la circulación”.

Y en su artículo 2, la norma deja claro que “todo propietario de vehículos a motor que tenga su estacionamiento habitual en España estará obligado a suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro, por cada vehículo del que sea titular, que cubra, hasta la cuantía de los límites del aseguramiento obligatorio, la responsabilidad civil a que se refiere el artículo 1”.

En el caso de Senassur, su póliza de modalidad básica incluye las garantías de responsabilidad civil de suscripción obligatoria (sumas aseguradas de acuerdo a la legislación vigente), seguro voluntario de responsabilidad civil, defensa jurídica y reclamación de daños. Un escalón por encima, la modalidad ampliada suma las coberturas de robo e incendio, mientras que la de todo riesgo añade la relativa a los daños propios del vehículo.

Opcionalmente, las tres modalidades pueden ampliarse con las coberturas de accidentes del conductor, asistencia en viaje y/o asistencia en viaje Premium, las dos últimas mejoradas el pasado mes de abril.

Asistencia en viaje:

-Traslado del vehículo desde el km. 0 a un radio de 300 km.

-Tramitación de multas.

-Ámbito territorial: España, Europa y países ribereños del Mediterráneo, siempre que el vehículo circule por vías ordinarias de circulación.

-Repatriación del vehículo.

-Gastos de custodia del vehículo hasta un límite de 30 días.

Asistencia en viaje Premium:

-A las citadas ventajas, suma vehículo de sustitución en caso de robo o accidente, con una cobertura máxima de dos días y un automóvil del Grupo A.

Mantenimiento: evita disgustos en carretera

Por todo lo expuesto, es muy recomendable ampliar el seguro obligatorio con la cobertura de asistencia en viaje e indispensable si piensas “devorar” kilómetros con tu moto. Pero para evitar disgustos en carretera, lo primero que se debe tener en cuenta es el mantenimiento de la moto.

En este sentido, como hemos reflejado en otros artículos del presente blog, antes de emprender un viaje en moto lo mejor es delegar todas las operaciones de mantenimiento en especialistas. Acude a un concesionario o taller de confianza para que realicen una inspección a fondo y examinen los siguientes elementos:

  • Motor. Es el “corazón” de la moto. Para confirmar que goza de “buena salud”, es esencial comprobar que no presenta ningún tipo de fuga.
  • Líquidos. Relacionado con el motor, el aceite es vital para garantizar su correcto funcionamiento. Por ello, ha de sustituirse si se encuentra en mal estado o ha cumplido el kilometraje previsto –recomendación igualmente válida para el filtro–. Además, ha de verificarse el estado y nivel del líquido refrigerante.
  • Neumáticos. Junto a suspensiones y frenos, forman parte del denominado “triángulo de seguridad” y son el único nexo de unión entre el vehículo y el asfalto. Por lo tanto, su conservación es prioritaria. Para evitar sanciones y, peor aún, sufrir un accidente. Recuerda que la profundidad mínima del dibujo de la banda de rodadura no puede ser inferior a 1,6 milímetros. Además nos debemos de asegurar de que su presión es la recomendada por el fabricante.
  • Suspensiones. De su conservación y reglaje dependerá que la moto sea más o menos estable. De no encontrarse en buen estado, tanto los neumáticos como la transmisión sufrirán un mayor desgaste.
  • Transmisión. Ya que nos referimos a este mecanismo, se ha de comprobar el tensado y el engrase de la cadena, así como la holgura entre eslabones, y el estado del piñón de ataque y la corona. Si tu moto cuenta con cardán, habrá que verificar el nivel del lubricante y los kilómetros recorridos desde el último cambio de aceite.
  • Frenos. En función de cómo se encuentren, tu moto se detendrá con mayor o menor eficacia. Discos, pastillas, nivel y estado del líquido… Todo el sistema ha de funcionar a la perfección para garantizar tu seguridad.
  • Grupos ópticos e intermitentes. Tan importante como iluminar la carretera, sin deslumbrar al resto de usuarios, es que te vean. Y también señalizar las maniobras con el objetivo de evitar posibles accidentes.

Preparación del viaje

Una vez que la moto se encuentre en perfecto estado de revista, no debes conformarte. Si vas a poner en práctica lo de “carretera y manta” y realizar un viaje de largo recorrido, toma nota de los siguientes consejos:

  • El día antes, descansa lo suficiente. De esta forma, conducirás más relajado y tus reflejos estarán “a punto”.
  • Planifica la ruta. Consulta en un mapa, guía de carreteras o Internet el recorrido que vas a realizar para familiarizarte con él o saber si hay algún tramo en obras. En el caso de España, todo lo relativo al tráfico lo encontrarás en la web de la DGT. Y si vas a planificar el itinerario en un navegador, recuerda que no debes manipularlo mientras conduces.
  • Documentación. Tienes que llevar contigo tanto la personal (carnet de conducir, DNI y pasaporte si fuese necesario) como la de la moto (permiso de circulación, tarjeta de inspección técnica, seguro en regla…).
  • Elementos imprescindibles. Para el viaje también te hará falta llevar un juego de lámparas, un chaleco reflectante, un kit antipinchazos, un botiquín de primeros auxilios y el antirrobo –no olvides ponerlo si paras a descansar en una estación de servicio–.
  • Teléfono. Aunque la mayoría de motocicletas modernas disponen de toma de corriente o puerto USB, lo mejor es que salgas de casa con la batería del “smartphone” totalmente cargada por si tuvieses que realizar una llamada de emergencia.
  • Gafas o lentillas. Para reemplazar las originales en caso de extravío o rotura. Es obligatorio llevar unas de repuesto.

Durante la ruta

  • Realiza paradas durante el recorrido. Aunque tu moto te garantice una gran autonomía, no es recomendable conducir más de 150 kilómetros seguidos. Tómatelo con calma y disfruta del viaje. Es aconsejable detenerse periódicamente en una estación de servicio para realizar algún estiramiento, reponer fuerzas, ir al baño, etc.
  • Nada de alcohol. Cuando pares para descansar, no ingieras bebidas alcohólicas. Lo más recomendable es beber agua o un refresco sin gas. Y si necesitas comer algo, procura que sea ligero, ya que las comidas copiosas producen somnolencia.
  • La moto, siempre a la vista. Como hemos comentado anteriormente, pon el antirrobo aunque vayas a parar sólo unos minutos. Y procura que la moto esté a la vista para evitar que tanto el vehículo como el equipaje sean presa de los amigos de lo ajeno. Y antes de reemprender la marcha, comprueba que todo está en orden.
  • Las prisas, malas consejeras. No te marques una hora de llegada al destino. Respeta los límites de velocidad y las señales de tráfico. Y si viajas con otros motoristas, mantened una distancia de seguridad entre vosotros y evitad “picaros” durante el recorrido.
  • Señaliza tus maniobras. En el apartado del mantenimiento ha quedado de manifiesto la importancia de los intermitentes. Utilízalos para señalizar las maniobras y no circules en paralelo con otros vehículos, ya que es una de las causas que originan más accidentes en el colectivo de los motoristas.

En caso de accidente…

Y si presencias un accidente, debes tener mucho cuidado si te detienes para prestar ayuda. En este supuesto, has de tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Atento a los espejos retrovisores. Antes de detenerte, comprueba si los vehículos que circulan por detrás están a poca o mucha distancia. Es preferible parar unos metros más adelante que realizar una maniobra que provoque otro accidente.
  • Aleja la moto. El vehículo ha de estar lo más alejado posible de la calzada para evitar un accidente o entorpecer la circulación.
  • Solicita asistencia médica. Nunca muevas a un herido. Y si se trata de un motorista, limítate a levantar la pantalla de su casco para que pueda respirar mejor. Utiliza el teléfono móvil y pide que acuda una ambulancia.

 

Después de tener claros los consejos de mantenimiento, preparativos del viaje y cómo comportarse durante el recorrido, tu ruta será mucho más segura. Pero, ante cualquier imprevisto, contar con un seguro que incluya asistencia en viaje te evitará quebraderos de cabeza y desembolsos económicos extras.

No lo pienses más: al contratar seguro de tu moto, amplía su cobertura con la de asistencia en viaje. Será tu “ángel de la guarda”. ¡Buenas curvas!

 

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