La resiliencia empresarial es fundamental para garantizar la supervivencia de una organización. Garantizar un buen ambiente laboral y motivar a los equipos de trabajo son factores a tener en cuenta para lograr que una empresa sea resiliente.
En los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la pandemia de COVID-19, el término resiliencia empresarial ha cobrado fuerza. Y como quedó de manifiesto en el post Sector asegurador: ¿qué impactos genera el coronavirus?, la misma es esencial para garantizar la supervivencia de una organización.
Pero, ¿cuál es la definición exacta de resiliencia? ¿Qué se entiende por resiliencia empresarial? ¿Cómo puede potenciarse esta última en el ámbito organizacional? Y no menos importante: ¿influye el ambiente laboral en la resiliencia de una empresa? Si es así, ¿qué debe considerarse para motivar a un equipo de trabajo?
¿Cuál es la definición del término resiliencia?
Un ejemplo de la importancia que ha adquirido la resiliencia empresarial lo encontramos en ASIS International. Esta asociación de profesionales de seguridad cuenta con estándares orientados a implementar medidas que contribuyan a garantizar la resiliencia organizacional. Recursos que son especialmente valorados y puestos en práctica por los departamentos de Seguridad Corporativa de las grandes corporaciones.
En cuanto a cuál es la definición exacta del término resiliencia, el diccionario de la Real Academia Española (RAE) observa que:
- La resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado de situación adversos.
- Y también la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
¿Qué se entiende por resiliencia empresarial?
Por lo tanto, la resiliencia empresarial es la capacidad que tiene una organización para superar una situación adversa y volver a la normalidad cuanto antes. Según ASIS International:
- La resiliencia organizacional es la capacidad de una organización para recuperarse, por sí misma, de cualquier interrupción de sus actividades, internas o externas. Una organización altamente resiliente se identifica por su velocidad y agilidad para retornar a una situación de normalidad. Y por tomar nota de las lecciones aprendidas para enfrentar futuras emergencias o crisis.
Planes de continuidad de negocio y resiliencia
Un buen ejemplo de cómo debe abordarse la resiliencia en el mundo empresarial lo encontramos en una célebre frase que se le atribuye a Charles Darwin. En opinión del naturalista y científico británico:
- “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, las más rápidas ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
En ese proceso de adaptación, aplicar una estrategia correcta se revela esencial para garantizar la supervivencia de una organización. Y a esto último ayudan, y mucho, los planes de continuidad de negocio. Según la norma ISO 22301 de Sistema de Gestión de la Continuidad de Negocio:
- Un Plan de Continuidad de Negocio o BCP (del inglés Business Continuity Plan) es el conjunto de procedimientos documentados que guían a las organizaciones para responder, recuperar, reanudar y restaurar su nivel de operación tras la interrupción de su actividad.
¿Cómo puede potenciarse la resiliencia empresarial?
Los planes de continuidad de negocio forman parte de las estrategias de resiliencia empresarial de las principales entidades aseguradoras. Pero, además, los expertos recomiendan que, para potenciar la resiliencia en sus organizaciones, quienes ejercen roles de liderazgo sean capaces de:
- Improvisar. Tomando en consideración la máxima de Darwin, la improvisación no debe considerarse algo negativo. Ser flexible y tomar decisiones ágiles y acertadas facilitará adaptarse mejor al cambio.
- Aceptar la presión. Ser resiliente a nivel personal tiene una repercusión positiva en la resiliencia de la empresa. La presión ha de absorberse y asumirla como algo natural y propio del cargo que se ostenta. Dar muestras de resiliencia profesional ayudará a motivar a un equipo de trabajo.
- Ser resolutivos. El diccionario de la RAE nos recuerda que una persona resolutiva “intenta resolver, o resuelve, cualquier asunto o problema con eficacia, rapidez y determinación”. Responder a las adversidades que se presenten tiene que formar parte del ADN de cualquier profesional, sobre todo de quienes ocupan puestos de responsabilidad.
- Prevenir. Es conveniente tener visión de futuro, prever posibles riesgos y estar preparados para mitigar sus consecuencias.
- Garantizar un buen ambiente laboral. La presión o el exceso de responsabilidad no pueden traducirse en un comportamiento que influya negativamente en un equipo de trabajo. Muy al contrario, debe lograrse que los trabajadores se sientan seguros y motivados. De esta forma, se conseguirá que sean productivos y resilientes.
10 consejos para motivar a un equipo de trabajo
Sin duda, esto último representa todo un desafío en materia de resiliencia empresarial. En situaciones de adversidad, es lógico que los empleados se sientan estresados ante un panorama incierto. De ahí la importancia de estimularlos. Y si bien las recomendaciones darían para un post entero, desde Senassur hemos seleccionado 10 consejos para motivar a un equipo de trabajo:
- Como se ha comentado, la resiliencia de los equipos de trabajo se logra, en primer lugar, con el liderazgo, dando ejemplo de cómo ha de ser un profesional resiliente.
- Y el liderazgo ha de transmitirse. Para ello, es importante empoderar a los trabajadores y delegar funciones. Sentirse indispensables y reconocidos les motivará.
- Especialmente en contextos de incertidumbre, los equipos de trabajo tienen que conocer los objetivos que se desean alcanzar y contar con las herramientas adecuadas.
- Los responsables de un área o departamento deben conseguir que la organización apueste por programas de salud y bienestar, ya que están estrechamente vinculados a mayores niveles de resiliencia en los equipos de trabajo.
- El teletrabajo ha llegado para quedarse. Las organizaciones deben implementar medidas si desean que el trabajo remoto que practican los integrantes de un equipo sea productivo, saludable, seguro y conciliador.
- Independientemente de si trabajan en la sede corporativa o fuera de ella, los empleados rendirán mejor sin una excesiva presión ni estrés. Las cargas y reuniones de trabajo que dificulten el día a día o impidan conciliar, y unos plazos difíciles de cumplir, desmotivan a los profesionales.
- Los trabajadores estarán más motivados si se fomenta la sociabilidad, se refuerza el trabajo en equipo y se promueve su participación en la toma de decisiones.
- Asimismo, agradecerán que cualquier suceso o cambio que se produzca en la organización les sea comunicado. De esta manera, sentirán que trabajan para una empresa transparente que genera tranquilidad, estabilidad y confianza.
- Otro aspecto a tener en cuenta es el de la formación. Un equipo de trabajo capacitado estará más preparado para afrontar nuevos retos.
- Por último, se ha de fomentar la autoestima, la autoconfianza y, por qué no, el sentido del humor.
En definitiva, los empleados resilientes aportan energía, confianza, motivación, satisfacción y entusiasmo a la organización para la que trabajan. Pero, para ello, es preciso lograr que tengan una sensación de seguridad y un fuerte sentido de pertenencia a la empresa, así como la adaptabilidad y motivación necesarias para desarrollar todo su potencial profesional. No cabe duda: un equipo de trabajo motivado redunda positivamente en la resiliencia empresarial.
