Según un informe de 2013, el 48 por ciento de las compañías aseguradoras lleva a cabo políticas de RSC, con el objeto de promover un comportamiento más ético, sostenible y respetuoso con la sociedad y el medio ambiente.
Desde Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, reflexionamos sobre las políticas de las compañías aseguradoras en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Una actividad que crece en amplios sectores en nuestro país.
Durante las dos últimas décadas, la RCS ha ganado enteros en el ámbito empresarial español. Tanto es así que en la actualidad, la mayoría de las grandes compañías destina parte de sus recursos a impulsar iniciativas encaminadas a promover un comportamiento más ético, sostenible y respetuoso con la sociedad y el medio ambiente.
“Una empresa comprometida es una compañía responsable y solidaria. Toma de la sociedad, pero también devuelve a la sociedad”, afirma la directora general de una fundación, estrechamente vinculada al sector seguros.
Los ejemplos de RSC, múltiples y variados
En el caso del sector asegurador, teniendo en cuenta su acentuado componente social, la RSC cobra, si cabe, un mayor protagonismo. No es de extrañar, pues, que cada año sean más las compañías comprometidas en este ámbito. En concreto, según un informe de 2013, el 48 por ciento de las entidades consultadas afirma contar con políticas de RSC, frente al 37 por ciento de 2010.
Al realizar un análisis pormenorizado de las principales aseguradoras, a través de sus memorias, resúmenes ejecutivos, etc., queda de manifiesto que, en la medida de sus posibilidades, están implicadas en programas sociales de lo más variado.
De manera especial, cabe resaltar su compromiso con la seguridad vial. Así, muchas de ellas elaboran informes, estudios y decálogos de consejos. También organizan o apoyan acciones, como campañas divulgativas, jornadas específicas con la participación de expertos, cursos de conducción segura, talleres de educación vial para estudiantes, etc. Otras brindan atención personalizada a víctimas de accidentes de tráfico y toman parte en proyectos de investigación, encaminados a mejorar su calidad de vida.
Otra de las áreas destacables de la RSC en las compañías aseguradoras es la relativa a la sostenibilidad y el medio ambiente. Un interés que se refleja en la adhesión a declaraciones, pactos o plataformas y la puesta en marcha de códigos de buenas prácticas, con el objeto de gestionar mejor los recursos naturales, minimizar las emisiones contaminantes y los residuos, etc.
Igualmente, la sensibilidad de las empresas del sector ha dado lugar a un sinfín de proyectos humanitarios de “cosecha propia” o realizados junto a otras instituciones, asociaciones y ONG. Estas iniciativas abarcan, desde el apoyo a colectivos vulnerables, hasta la provisión de fondos, destinados a mitigar los efectos de posibles catástrofes.
Las prácticas en torno a la RSC se completan con diversos programas. Algunos son de investigación científica y tecnológica. Los hay de formación y empleo, que se proyectan en el apoyo a emprendedores y promoción de la inserción laboral de personas con discapacidad, por ejemplo.
Los culturales se enfocan hacia la conservación del patrimonio, exposiciones, entre otras actividades. Los deportivos, en tanto, se proponen el respaldo a atletas paralímpicos, la celebración de pruebas populares para recaudar fondos con fines solidarios, etc.
Los empleados también cuentan
Muchos de los proyectos reseñados cuentan con la implicación y colaboración de los propios empleados de las aseguradoras, quienes, a su vez, también forman parte de los grupos de interés o “stakeholders” estratégicos, contemplados en las políticas de RSC de las compañías.
Gracias a ellas, en el seno de las empresas, se han reforzado cuestiones como una mayor flexibilidad de horarios para conciliar la vida laboral y familiar, la igualdad de oportunidades, la mejora de la salud y la seguridad en el trabajo, por mencionar algunos ejemplos.
La comunicación, asignatura pendiente
Como hemos comentado anteriormente, la actividad de las aseguradoras en materia de RSC suele quedar plasmada en sus memorias y resúmenes ejecutivos anuales. Sin embargo, en algunos casos, no suele darse a conocer lo suficiente a la opinión pública, quizás para que no parezca una operación publicitaria o de “marketing”. Un error, pues “la RSC no es un truco de comunicación, sino parte esencial de la estrategia y los objetivos de la compañía”, apunta el consejero delegado de una conocida empresa del sector.
Por último, como se señala en el artículo “Cualidades del corredor de seguros del siglo XXI”, la RSC también ha de ser tenida en cuenta por corredores y mediadores de seguros. Aplicarla al negocio y, sobre todo, comunicarla supondrá una satisfacción para los propios profesionales y les permitirá aportar valor añadido a su trabajo.