Desde Almería hasta Carboneras, un recorrido de 120 kilómetros permite conocer el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Declarado Reserva de la Biosfera, entre sus parajes destacan playas y calas como las de Mónsul y los Genoveses. Y en sus pequeños pueblos de casas encaladas es posible desconectar del estrés diario y saborear las excelencias gastronómicas de la zona. Descubre en esta nueva entrega de «viajes en moto» todos los detalles.
Desde Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, proponemos viajes en moto que permiten conocer los rincones más pintorescos de nuestro país. En esta ocasión, rodamos hacia el sur para recorrer buena parte del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.
Andalucía es un destino idóneo para las escapadas cortas, ya que posee una amplia y variada oferta capaz de satisfacer a todo tipo de visitantes. En el caso de Almería, se posiciona como un enclave único y singular gracias a la diversidad de paisajes, las peculiaridades del territorio y las numerosas opciones de ocio que ofrecen sus diferentes comarcas.
Y, además, puede disfrutarse en cualquier época del año, ya que la almeriense es la provincia más soleada de España, lo que la convierte en ideal para realizar rutas en moto. Especialmente, por el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, declarado Reserva de la Biosfera. Un espacio que invita a visitar sus acantilados, playas y localidades con encanto.
Viajes en moto por Almería-Cabo de Gata
Partiendo de la ciudad de Almería, existen varias alternativas para llegar a Cabo de Gata. La más rápida es bordeando la costa por las carreteras AL-12 –que comunica la capital provincial con el aeropuerto–, N-344 y AL-3155. Se trata de un recorrido de 29 kilómetros que puede realizarse en poco más de media hora.
Pero si lo que se desea es conocer la provincia y “devorar” kilómetros, es más recomendable desplazarse por el interior. En concreto, conducir por la A-7 hasta tomar el desvío de la AL-3112 en dirección al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. A continuación, tras atravesar Barranquete, primero, y Rambla de Morales, después, el itinerario presenta un par de tramos de curvas peligrosas –cada uno de un kilómetro, aproximadamente–. Finalmente, tras completar 46 kilómetros, se llega al primer destino de la ruta.
Una vez en él, se ha de visitar el faro del Cabo de Gata, límite del sur oriental de la península ibérica y al que se llega por la carretera AL-3115. Construido en 1863 sobre las ruinas del castillo de San Francisco de Paula, tiene una altura de 18 metros y se puso en marcha con el objetivo de alertar a los navegantes de los peligros que entrañaba el arrecife situado a una milla marítima del faro, puesto que era causante de numerosos naufragios.
Ya que nos referimos a arrecifes, a pie de tan emblemática construcción se encuentra el conocido como de las Sirenas. Según la creencia popular, su nombre se debe a que, en su día, el Cabo de Gata tuvo una abundante población de focas monje, cuyos sonidos eran interpretados por los antiguos navegantes como cantos de sirena.
Cabo de Gata-San José
Deshaciendo el camino por la AL-3115, desde Cabo de Gata la ruta prosigue hasta San José, bordeando el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar por las carreteras AL-3201 y AL-3108, previo paso por Rambla de Morales, Ruescas, La Boca de los Frailes y El Pozo de los Frailes. En total, 22 kilómetros, de los cuales 1,4 corresponden a tramos de curvas peligrosas.
Localidad pintoresca, San José es considerada la capital del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Antaño dedicado a la pesca, este pueblo de casas encaladas tiene en el turismo su principal fuente de ingresos, de ahí que, en la actualidad, goce de un puerto deportivo. Además, no faltan puestos de artesanía, así como restaurantes y bares donde saborear la gastronomía local.
En sus alrededores, es posible disfrutar de dos de las mejores playas del Mediterráneo. La de Mónsul, con un aparcamiento muy limitado, es un fiel reflejo del origen volcánico del Parque Natural y en ella se han rodado películas como “Indiana Jones y la última cruzada”. En cuanto a la playa de los Genoveses, con más de un kilómetro de longitud, se caracteriza por sus dunas y vegetación autóctona. Un espacio virgen y natural que carece de chiringuitos y es aprovechado por algunos bañistas para practicar nudismo.
San José-Las Negras
Tras disfrutar de las playas y aguas del Mediterráneo, la ruta prosigue bordeando la costa. Antes, se debe pasar de nuevo por El Pozo de los Frailes y enlazar con la carretera AL-4200, con una sucesión de curvas peligrosas hasta La Isleta del Moro.
Sin duda, merece la pena detenerse en esta pequeña población de casas blancas y barcas de pesca en la que destacan dos enormes peñones. Igualmente, La Isleta del Moro goza de una bien merecida fama gastronómica y en la localidad es posible degustar el pescado de la zona en terrazas ubicadas a la orilla del mar.
Después de reponer fuerzas y dar un paseo por la playa del Peñón Blanco, la carretera AL-4200 nos llevará hasta Las Negras. Actualmente, el pueblo combina la actividad pesquera con la turística y ha sido elegido por ciudadanos nacionales y extranjeros como lugar de descanso debido a la tranquilidad del lugar y la belleza del paisaje.
Las Negras-Carboneras
La última etapa de la ruta vuelve a desviarse de la costa por la AL-3106, con curvas peligrosas durante el primer kilómetro, para rodear los macizos rocosos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar por la A-7 y la N-341, carretera, esta última, que conduce de nuevo al litoral.
En concreto, a Carboneras, a la que se puede llegar dando un rodeo por la AL-5106 que atraviesa Agua Amarga y Mesa Roldán. En el caso de la primera, es una de las poblaciones más bellas del Parque Natural y, al igual que las citadas anteriormente, en ella predominan las casas encaladas, cuyas terrazas y balcones se adornan con numerosas plantas. Además, la localidad puede presumir de una coqueta playa de arena fina y dorada en cuyas cercanías se encuentran las también recomendables calas de Enmedio y del Plomo.
En cuanto a Mesa Roldán, es un cerro de origen volcánico, con torre de vigilancia y faro, que brinda unas vistas magníficas de Agua Amarga. Si se desea disfrutar de calas íntimas y de difícil acceso para el gran público, en Mesa Roldán se encuentran las denominadas Arena, Sorbas y Castillo.
Mesa Roldán pertenece a Carboneras, pueblo de tradición pesquera transformado hacia la industria y el turismo. Con una gran oferta de restauración y hospedaje, el municipio cuenta con una parte vieja de agradable visita y playas que, como la de los Muertos, han sido reconocidas por su calidad. Y ya con la moto a buen recaudo, es aconsejable acercarse a la vecina isla de San Andrés, situada a 400 metros de la playa de Puntica y declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía.
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