Bordeando el Parque Nacional de Sierra Nevada es posible descubrir localidades como Guadix, con sus peculiares casas-cueva, Trevélez y Capileira, que figuran entre las poblaciones españolas situadas a una mayor altitud, o Lanjarón, cuyas aguas mineromedicinales gozan de una bien merecida reputación. Todas ellas están situadas en la denominada “Alpujarra granadina”.
Desde Senassur, especialistas en seguros de moto y quad para corredores y mediadores, continuamos proponiendo rutas sobre dos ruedas para descubrir los parajes más singulares de la geografía española, entre los que se encuentra la pintoresca Alpujarra granadina.
Con una extensión de cerca de 90.000 kilómetros cuadrados –casi los mismos que conforman la superficie de la vecina Portugal–, Andalucía es un destino idóneo para las escapadas cortas, ya que posee una amplia oferta en todos los segmentos, desde el cultural hasta el de ciudad, pasando por la relativa a las compras, el ocio, los deportes, la naturaleza o el interior. Además, gracias a las excelentes comunicaciones de la región, se puede acceder a ella cómoda y fácilmente.
En esta ocasión, hemos puesto el foco en la Alpujarra granadina, una comarca de impresionantes paisajes entre almendros, viñedos y bancales cuya orografía montañosa ha obligado a sus poblaciones a adaptarse a los desniveles, motivo por el cual sus casas están escalonadas y orientadas al sur con el fin de aprovechar el clima mediterráneo.
Nuestra ruta en moto por la Alpujarra granadina la iniciaremos en Guadix, con el objetivo de adentrarnos en el Parque Nacional de Sierra Nevada, y la finalizaremos en Dúrcal, un municipio perteneciente al valle de Lecrín que, entre otras razones, como ya veremos, debe su fama al cultivo de naranjas y limones. ¡Arrancamos!
De Guadix a Laroles
Si por algo presume Guadix es por ser encuentro de culturas. No es de extrañar si se tiene en cuenta que se trata de uno de los asentamientos más antiguos de la Península Ibérica y que sus orígenes datan de la época romana. Posteriormente, también fue feudo de visigodos y musulmanes hasta que la localidad fue reconquistada por los cristianos en unos años en que Rodrigo González de Mendoza, arzobispo de Toledo y considerado tercer rey de España, jugó un papel clave en la configuración de la ciudad como enclave episcopal.
Ubicado en la denominada Hoya de Guadix, a unos 915 metros de altitud en el declive norte de Sierra Nevada, el municipio es conocido por sus casas-cueva excavadas en la tierra, que, además de ser un reclamo turístico más, dan cobijo a cerca de 4.500 accitanos.
En su pasear por Guadix, el mototurista encontrará un vasto patrimonio arquitectónico de origen religioso, desde la catedral, con una mezcla armoniosa de elementos góticos, renacentistas y barrocos, hasta la iglesia de San Miguel, con un relevante artesonado mudéjar. Y por lo que respecta a los museos y lugares de interés, de obligada visita es la Alcazaba árabe, declarada Monumento Artístico Nacional en 1931.
Tras la visita a Guadix, la autovía A-92 y la carretera A-337 conducen a Laroles. Para llegar a esta población se han de recorrer 47 kilómetros, con limitaciones de velocidad debido al paso por algunas travesías y una sucesión de curvas peligrosas en su recta final.
Cabecera administrativa del municipio de Nevada, Laroles está enclavado en el extremo oriental de la Alpujarra Alta granadina, próximo al puerto de la Ragua, único paso entre las vertientes norte y sur de Sierra Nevada. Y como es tradicional en los pueblos alpujarreños, sorprende por sus viviendas encaladas y adaptadas a un terreno quebrado.
Camino a Trevélez
Saliendo de Laroles por la carretera A-4130 en dirección a Mairena, es muy recomendable parar en un pequeño cerro situado en el margen izquierdo, puesto que en él se encuentra el castillejo de Júbar. Levantado en el siglo VIII, de él sólo quedan restos del muro perimetral. Pero dicho enclave ofrece unas increíbles panorámicas que invitan a inmortalizarlas con la cámara o el teléfono móvil y compartirlas con otros moteros en las redes sociales.
La carretera A-4130 está repleta de curvas. Así pues, esta parte de la ruta hará las delicias de quienes gustan conducir en tramos serpenteantes. En cualquier caso, sobre todo los motoristas menos experimentados, conviene extremar la precaución: para correr y realizar “tumbadas” a lo Marc Márquez ya están los circuitos.
Después de 48 kilómetros, y pasar por poblaciones como Mecina Alfahar, Válor y Mecina Bombarón, se ha de tomar la carretera A-4132 para llegar a Trevélez. Situado a 1.476 metros de altitud, y encajado en las laderas del pico Mulhacén, es uno de los pueblos más altos de España y disfruta de un aire fresco y limpio que contribuye a que los jamones y embutidos que allí se producen gocen de una bien merecida reputación.
Con la moto aparcada, y a buen recaudo, es aconsejable visitar los tres barrios de la localidad: el Alto (medieval), el Medio y el Bajo, donde impera la hostelería y la industria. Trevélez es ideal para estirar las piernas y realizar paseos con el fin de conocer sus fuentes-lavadero tradicionales o “desconectar” del estrés diario disfrutando de las vistas que proporciona su mirador natural.
Incluso, más allá de permanecer en el pueblo un solo día, invita a quedarse en él varias jornadas, ya que en sus inmediaciones puede practicarse el senderismo o recorrer los márgenes del río Trevélez, un susurro permanente de aguas cristalinas donde abundan las truchas.
Bubión y Capileira
Y si sorprendente es Trevélez, no lo es menos Capileira, el siguiente destino de nuestra ruta por la Alpujarra granadina. Hasta él se llega por la A-4132, carretera que, al igual que la A-4130, presenta tramos con sucesión de curvas peligrosas. Durante el trayecto, de 23 kilómetros, se atraviesan los municipios de Busquístar, Pórtugos y Pitres.
Pero antes de Capileira nos toparemos con Bubión, cita obligada de cualquier viajero. De singular belleza, esta localidad se encuentra a una altitud de 1.290 metros y desde ella, en los días claros, es posible admirar tanto Sierra Nevada como el mar Mediterráneo.
Al igual que las poblaciones citadas anteriormente, Bubión, considerado Conjunto Histórico-Artístico, hay que andarlo, pasear por su casco antiguo.
Y si lo que desea es proseguir la ruta, ésta continúa hasta Capileira, considerado un ejemplo de arquitectura popular por el Consejo de Europa. De casas encaladas cuyas ventanas y balcones se adornan de vistosas flores, el pueblo conserva casi intactas muchas de sus tradiciones y, de manera especial, una forma de vida alejada del ritmo frenético y estresante de las grandes ciudades.
Alpujarra granadina: Pampaneira y Lanjarón
Deshaciendo el camino, y atravesando Bubión, en seguida aparece Pampaneira, que, al igual que los municipios vecinos, está situado en el barranco del Poqueira, uno de los lugares más visitados del Parque Nacional de Sierra Nevada. Durante la estancia en esta población se ha de visitar el barrio Bajo, la floreada calle Real o el paseo de Federico García Lorca. Y puestos a “rascarse” el bolsillo, es posible adquirir una colorida jarapa o degustar la gastronomía local, en la que, junto al jamón y los embutidos, aparecen las chacinas, las migas, el potaje de castañas o las populares “papas” a lo pobre.
Dejando atrás Pampaneira, las carreteras A-4132 y A-348, esta última con curvas peligrosas durante 5,5 kilómetros, conducen a Lanjarón, conocido como la Puerta de la Alpujarra en su vertiente occidental e ideal para relajarse en sus aguas mineromedicinales.
Tanto es así que el pueblo es famoso por su hotel-balneario, con seis manantiales de agua, cada uno de ellos con una composición diferente, utilizados para la prevención y el tratamiento de distintas afecciones, además de todo tipo de servicios, desde un equipo de profesionales especializados en dietética hasta sauna o gimnasio. Sin duda, un retiro espiritual de lujo.
La “patria chica” de Rocío Dúrcal
Una vez rendido culto al cuerpo, la ruta por la Alpujarra granadina va tocando a su fin. Saliendo de Lanjarón, la carretera A-348 enlaza con la autovía A-44, que se abandonará en el desvío de la N-323A para llegar a Dúrcal, municipio ubicado en el valle de Lecrín. Y si bien la localidad posee una historia que se remonta a la dominación musulmana y la Reconquista, desde el siglo XX debe su fama a la desaparecida cantante y actriz Rocío Dúrcal, quien, para elegir su apellido artístico, señaló al azar esta población en un mapa de España. En agradecimiento, la madrileña fue nombrada hija adoptiva del pueblo, donde cuenta con una calle y una estatua.
Después de recorrer más de 160 kilómetros y visitar algunos de los municipios más bellos y pintorescos de la geografía española, abandonamos la Alpujarra. Pero si deseáis seguir haciendo mototurismo, a media hora se encuentra Granada capital y su imponente Alhambra, de las que, a buen seguro, nos ocuparemos en otro itinerario por Andalucía. Mientras tanto, ¡buenas curvas!
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